lunes, 6 de febrero de 2012

Memnoch el Diablo

Pensar en Anne Rice es pensar en vampiros, es inevitable. El culto vampírico que ha creado esta autora norteamericana se ha convertido en su legado a la cultura de todo el mundo. La habilidad de Anne Rice de reconciliar a estos seres, usualmente oscuros y malvados, con el mundo, dándoles una vida, sentimientos y conciencias "humanos" es innegable y ha abierto las puertas para la exploración de otros autores en la cultura vampírica, unos más afortunados que otros, claro está.

Pero, una cosa es tratar de humanizar a un vampiro, quien, según la concepción de esta hija de Nueva Orleans, no es más que un ser humano con el poder de trascender el tiempo, con la carga de la eternidad en sus espaldas y la condena de ser el máximo depredador de su propia especie, un Caín inmortal, el asesino de sus hermanos, y otra muy distinta es tratar de reconciliar al mismísimo Diablo con la humanidad y en el proceso condenar a Dios. Bueno ese precisamente es el meollo de la historia que les presento en esta ocasión.

Sería muy difícil entender el propósito que tuvo Rice al escribir esta novela sin antes saber un poco de ella, esta autora norteamericana cuyo verdadero nombre es Howard Allen O'Brien nació en el seno de una familia católica irlandesa en Nueva Orleans, toda su infancia estuvo rodeada por las leyendas y creencias propias tan misteriosa ciudad, casas antiguas y algunos casos "embrujadas" eran su entorno diario. No es complicado, entonces imaginar hacia dónde se dirigía la imaginación de la joven Howard en un ambiente como ese. A los 20 años Anne se casó con Stan Rice y al poco tiempo tuvieron una niña, Michelle quién murió antes de los 5 años a causa de leucemia. Este hecho tan doloroso llevó a ambos padres a un gran estado de depresión e incluso alcoholismo, se podría decir también que fue aquí dónde se agravó el "ateísmo" de Anne. Para desahogarse de la muerte de Michelle, Anne retomó un pequeño cuento, escrito en su juventud, y lo expandió en lo que luego sería su primer Best Seller, "Entrevista con el Vampiro" dio origen a toda una saga que no solo sería la fuente de popularidad y prosperidad de Anne, sino una herramienta para ventilar sus dolores, miedos e incluso la creación de Lestat, quién ella misma ha llamado su "alter ego".

Es a partir de “Entrevista con el Vampiro” que se creó las “Crónicas Vampíricas”, las cuales no solo consolidaron la fama mundial de Anne Rice como autora del género gótico, sino que se convirtió, como lo dije anteriormente en parte de su identidad y de la búsqueda de su camino fuera del dolor y la oscuridad. Luego de la publicación de "Entrevista con el Vampiro" Anne viajó con su esposo a Egipto y algunos años después tuvo a su hijo Christopher, quién actualmente también es autor. Sobre el nacimiento de Christopher, Anne manifestó que fue como una luz que la sacó a ella y a su esposo, Stan, del alcoholismo y la depresión por la muerte de Michelle. Hay algunos críticos y periodistas que incluso afirman que el personaje de Claudia, la niña vampiro, fue de hecho un reflejo que la autora creo para inmortalizar a Michelle. Lo cierto es que el viaje de Anne no ha culminado, y aún luego de la muerte de Stan y su propia enfermedad sigue escribiendo y levantando polémicas con sus particulares visiones de lo sobrenatural, Dios e incluso El Diablo.

Y pues sin más preámbulo, luego de esta breve reseña, es como nos centramos en 1995, año en que la escritora da vida a Memnoch, el mismísimo Ángel caído del cielo, aquel que se atrevió a desafiar a Dios y fue desterrado de La Gloria. Anne toma a este Ser, acostumbrado a aterrorizar los sueños de la gente y lo convierte en NOSOTROS, si en NOSOTROS MISMOS, en todos y cada uno de aquellos que alguna vez hemos dicho, en alguna iglesia, frente a algún sacerdote, o referente a cualquier cosa que tenga que ver con la religión "a mi no me parece que eso sea así!" o "No creo que esto sea justo.", ese es el Demonio, que Anne Rice nos presenta, un Ángel que simplemente se atrevió a cuestionar el plan de Dios.

Créanme es difícil no ceder ante la tentación de contarles la toda la historia, me limitaré a invitarlos a leerla, les prometo que no se decepcionarán, lo que les presento no es una historia de terror, al contrario es una historia de vida, de nuestra vida misma. Pero antes quisiera que pensaran un poco en esto: ¿Qué es para ustedes el sufrimiento? ¿Tiene algún sentido útil sufrir? Bueno para mí no lo tiene. Cuando el sufrimiento es concebido como tristeza, represión, castigo, deterioro, maldad creo que la mayoría concordará en que no, ¡Sufrir no tiene sentido! Absolutamente nadie quiere venir al mundo a sufrir, todos tratamos de orientar nuestra vida hacia la felicidad, el logro de nuestras metas, el cumplimiento de nuestros sueños, nuestra pura y simple satisfacción. Obviamente toda meta requiere ciertos grados de esfuerzo, y los hacemos conscientes y enfocados en el premio que obtendremos, todo esfuerzo dará frutos. Toleramos una cantidad de estrés o incluso un poco de dolor porque sabemos que este será directamente proporcional a la satisfacción del éxito alcanzado, pero de ninguna manera ¡NADIE querría vivir una vida de privaciones, enfermedad y dolor! Ningún ser humano común, de “a pie”, de los normales, podría vivir en paz con Dios llevando una vida de sufrimiento, nadie lo haría, a menos que fuera algún tipo de masoquista, o alguna especie de santo místico con línea directa al Cielo y en complicidad con El Señor.

Con este tema como punto central, llega esta entrega de las Crónicas Vampíricas, Anne Rice nos presenta a Lestat, al Diablo y al sufrimiento humano. Pero como el mismo Lestat nos dice, el hecho de que él sea vampiro y que el Diablo lo haya elegido como su lugarteniente, es una mera casualidad, esta historia, de hecho, podía haberle pasado a cualquiera. Cualquiera de nosotros puede o podría encontrarse en algún momento con este tipo de preguntas, con la encarnación de todos los dilemas de la vida siendo o no un vampiro. A pesar de esto no les mentiré, el hecho de que le haya pasado a Lestat, hace todo más espectacular…

Finalmente es esta la situación que tenemos en esta novela, es ésta la historia diabólica que nos quiere contar Lestat, la historia de Dios y El Diablo desde un punto de vista que francamente deja a cualquiera pensando … Pero antes de leer primero deben reflexionar, como les dije, y responderse esto : ¿Quién creen ustedes que llegaría más rápido al cielo, un niño judío que ha padecido en un campo de concentración, que ha visto morir a sus padres, que es llevado a una cámara de gas para ver morir a sus amigos mientras muere él mismo ... o, un anciano cualquiera, que ha llevado una vida plena, próspera, en paz con su prójimo y que muere rodeado de la sonrisa amorosa de su familia? ...

La respuesta... está en el libro, puede que no estén de acuerdo... Pero les aseguro que está vez lo difícil será NO DARLE LA RAZÓN AL DIABLO!

Feliz Lectura!
Besitos

No hay comentarios:

Publicar un comentario