No se si esto pueda tomarse como algún tipo de análisis literario, ciertamente no pretendo que lo sea, simplemente busco compartir mis impresiones acerca de las cosas que leo, que podrán no ser muchas, ni tampoco las mejores elecciones… pero igual creo que no tiene mucho sentido leer para quedarte con todos esos conocimientos o sentimientos dentro de ti, la idea es compartir y en última instancia contagiar a alguien con tu fiebre devoradora de libros.
Siempre me ha gustado leer, pero hace algunos años, por circunstancias que no vienen al caso, me vi en la situación de tener que prescindir de la televisión, no es que me doliera mucho en realidad, y gracias a esto tuve tiempo de sobra para dedicarme a leer, lo cual fue sin duda un suceso maravilloso. Todavía muchas personas me ven como si estuviese loca por vivr la mayor parte del año sin televisor, pero yo creo que más locos están ellos por perder tanto tiempo de sus vidas viendo tonterías! Es cierto de todo lo que he leído, unos autores me gustaron más que otros, pero yo creo firmemente que un día en cama con un buen libro nunca es tiempo perdido.
Fue así como llegué a Stieg Larsson, es un poco trágico que yo al igual que la mayoría de las personas en el mundo nos encontráramos con la obra de este periodista sueco luego de su muerte, la cuestión es que los ataques al corazón siempre llegan de arroceros y de paso acaban con la fiesta de las personas, pero aunque un poco en el anonimato el señor Larsson no era nuevo escribiendo cuando le llegó la visita del Grim Reaper .
Stieg Larsson nacío en Suecia, en la provincia de Västerbotten el 15 de agosto de 1954 y falleció en Estocolmo el 9 de noviembre de 2004, luego de entregar a su editor el manuscrito de “La Reina del Palacio de las Corrientes de Aire”, la tercera parte de su serie de novelas Millenium. Larsson fue periodista de guerra y participó en la fundación de los grupos anti violencia Stop the Racism y Expo; este último se convertiría luego en Expo Fundation del cual se derivó la revista Expo del la cual él fue editor. La inclinación anti violencia de Larsson lo llevó a escribir varios libros en los cuales exponía una crónica de los grupos nazis en su país, de hecho, fue así como comenzó Expo Fundation, una especie de organización de investigación dedicada principalmente a la denuncia de los movimientos racistas, antidemocráticos en Suecia.
Obviamente en un lugar con una democracia de fama mundial, que se precia de la igualdad y justicia de su territorio, se podría pensar que Larsson no tenía en realidad mucho trabajo, pero la verdad no es siempre lo que se publicita, y nuestro autor en cuestión llegó incluso a recibir amenazas hasta el punto de que uno de sus colaboradores sufrió un atentado estando en la revista. Lo cierto es que muchas personas poderosas en la sociedad sueca no les hacía gracia que se sacara a la luz la cara antisemita y racista de sus hombres de negocio y algunos gobernantes, pero obviamente esto no detuvo a Stieg, al contrario lo inspiró aún más.
En la única entrevista que brindó Larsson antes de la publicación de “Los Hombres que No Amaban a las Mujeres”, primer libro de la serie Millenium, siendo el segundo, “La Chica que Soñaba con una Cerilla y un Bidón de Gasolina” y el tercero, el antes mencionado “El Palacio de las Corrientes de Aire”, él contó que comenzó a escribir novelas por diversión, un buen día mientras trabajaba en la agencia de noticias suecas, la TT, escribió a modo de broma un cuento sobre “Tintin”, sobre cómo sería luego de 40 años, y de la metamorfosis de su pensamiento surgieron Mikael Blomksvit y Lisbeth Salander, los personajes principales de la serie Millenium.
Uno podría llegar a establecer ciertas similitudes entre Blomksvit y Larsson, ambos son periodistas, ambos denuncian actividades ilícitas en la economía y el gobierno sueco, pero eso sería muy trillado, y opacaría la magnitud del nido de ratas que al final termina descubriendo Mikael Blomksvit junto a Lisbeth Salander. Hasta cierto punto no me parece que sea sencillo describir los sucesos de la novela, tampoco es el punto pues la idea es que la lean, pero creo que “Los Hombres que No amaban a las mujeres” cuenta una historia que no es ajena a ninguna de las sociedades del mundo, la discriminación y el abuso sexual.
Al comienzo de la lectura da la impresión de que el relato girará en torno a Blomksvit, y de hecho, él juega un papel importante en los acontecimientos, pero me parece que el rol de este personaje termina tomando el inevitable camino del resto de los hombres en la trama, el de no amar a sus mujeres. Sin ánimo de convertir esto en un desahogo feminista, es fácil ver como en la sociedad ese es un camino sencillo de tomar, pero eso lo probaré más adelante...
El personaje que al final termina de dar forma a este cuento es Lisbeth Salander, una muchacha de 25 años, “con aspecto de anorexica” completamente desadaptada socialmente, con un liegro síndrome de Asperger, que tiene el menudo trabajito de averiguarle la vida a los demás. Salander es la primera mujer No Amada de la historia, debido a su personalidad asocial ha tenido que someterse el peso de la burocracia sueca, al ser declarada incompetente para valerse por si misma y depender indefinidamente de un administrador. ¿Cómo es que en Suecia, una mujer de 25 años con trabajo fijo no puede valerse por si misma? Esa pregunta se podría contestar de la misma forma que, en este bendito sitio del planeta dónde me ha tocado vivir, respondería a la pregunta ¿Cómo es que una mujer de 29 años con trabajo fijo no puede vivir sola sin ser juzgada de la peor manera? ¡ES UNA ESTUPIDEZ! ¡UNA ACTITUD MEDIEVAL! Simplemente la sociedad, juzga y condena aquello que se sale por un milímetro de sus patrones.
Luego de nuestra Salnder en cuestión, siguen en el relato una cadena de mujeres que de alguna u otra manera son objeto del No-Amor de los hombres, alguno que otro podría considerarlas victimas, pero esa palabra horrorosa denota sumisión, inactividad, resignación cosa que ninguna de las féminas en la novela adoptó para si, como lo describe Salnder, durante uno de los acontecimientos cruciales de la novela, nadie es “victima” de las circunstancias, “todos tenemos las mismas oportunidades que cualquiera para rebelarnos” que es en ultima instancia lo que hacen las algunas de las mujeres de esta historia, las que no mueren quiero decir; por distintos caminos deciden que una cosa es vivir dentro de una sociedad plagada de hombres que No Aman a Las Mujeres, y otra cosa es someterme a ellos.
El cuento de Larsson no es simplemente una metáfora del No-Amor hacia las mujeres, no se trata del machismo ridículo de hombres que son infieles, que tratan a las mujeres como cachifas, y las mujeres que les gusta ser cachifas de los hombres, el No-Amor llega aquí a limites criminales. Asesinato, violación, prostitución y extrema violencia, todo esto impune, es la clase de No-Amor a la que nos introduce Larsson, el cual, si hiciéramos una investigación, como la que condujo nuestro autor, acá en nuestro país, veríamos que no es exclusiva de Escandinavia, la tenemos aquí en nuestras narices y la tomamos con la misma naturalidad; el propio asesino de la historia nos lo dice: “Resulta muy fácil. Las mujeres desaparecen todos los días, Nadie las hecha de menos…” Deberíamos entonces preguntarnos ¿Es cierto eso? ¿Qué tan cierto es que las mujeres desaparecen todos los días NADIE las extraña?
La violencia contra la mujer no es ningún tema nuevo, de hecho está bastante trillado. Miles de leyes se han formulado al respecto, pero a mi parecer lo que pocos han dicho es que la única manera de detener el abuso es: dejar de ser victima. Por extrema y desadaptada que parezca la conducta de Lisbeth Salander, ella a su manera, decidió dejar de ser una victima, tomar las riendas, aún cuando los hombres la declararan incompetente, sacar aquello en lo que era especialmente buena y hacer de eso su modus vivendi y su arma de defensa.
El punto es que, aunque me provoque vómito, gran parte de la sociedad gira en torno a las decisiones que toman los hombres; y aunque me provoque vómitos y convulsiones, gran parte de las mujeres, especialmente en nuestras sociedades latinas, se someten SIN CHISTAR a esas decisiones, casi siempre 100% egoístas. Es aquí en dónde es muy fácil para la mayoría de los hombres, incluso los buena gente como Mikael Blomksvit, tomar el camino del No-Amor hacia las mujeres; cuando el egoísmo, la arrogancia y la indiferencia hacia los sentimientos del género femenino se convierte en algo cotidiano, cuando primero están las metas masculinas y SIEMPRE en segundo plano las femeninas, entonces No-Amar a tu compañera (de trabajo, de amor, de vida) no es la gran cosa, es lo normal, incluso es, lo debido.
¿Hasta que punto TODOS NOSOTROS vivimos así? …
La historia a la que quiero introducirlos habla de esto, del No-Amor, es muy extraño para mi, una romántica empedernida (a pesar de las opiniones de la gente), estar leyendo este tipo de historias, pero créanme VALE LA PENA, aunque viéndolo desde un punto de vista objetivo, tampoco dista mucho de mi personalidad, porque aunque muy romántica, también soy fundamentalmente anti-machistas, anti-feminista, totalmente amante de la ABSOLUTA IGUALDAD.
Todo este cuento sobre el que me he atrevido a reflexionar comienza con la pregunta ¿Qué pasó con Harriet Vanger? Esta simple interrogante abre la puerta a una cadena de sucesos, embutida en un mundo aparentemente idílico, pero que al escarbar un poquito en el lugar indicado, resulta ser un nido de violadores, asesinos, nazis y No-Amantes de las mujeres. Así que ¿Por qué no leerlo, verdad?
Besitos
J. Magdalena Arévalo
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